Después de ver cómo este nefasto año se ha llevado también al dios del fútbol, me puse a ver las muestras de dolor, y fanatismo. Y mirando lloros y abrazos recordé a Galeano cuyo talento lo había dedicado a su afición futbolera también. Entre sus gloriosos escritos está «El hincha». La palabra siempre me ha parecido curiosa y me puse finalmente a buscarla. Y sí, encontré su historia en un periódico deportivo español, en el artículo del 2016 del AS. No me ha sorprendido saber que proviene de América Latina y en concreto del Club Nacional de Fútbol de Montevideo, Uruguay, donde trabajaba Prudencio Miguel Reyes y que gracias a él ha llegado hasta nuestros días.
Cuenta la historia que Miguel Reyes trabajaba como utilero y era el encargado de realizar todo tipo de labores en el club. Entre sus responsabilidades estaba la de hinchar los balones antes de cada partido. En aquélla época, a principios del s. XX, los balones eran inflados a mano ya que no existían compresores. La tarea se llevaba a cabo con unos rudimentarios instrumentos que se llamaban “hinchadores” y por lo tanto al utilero se le llamaba “hinchador”.
Además de ocuparse de sus labores, Reyes era un entusiasta seguidor de su equipo al que arengaba, alentaba, con gran pasión, con gritos y cánticos durante todos los partidos. Prudencio iba de punta a punta de la cancha, animando a los jugadores, lanzando gritos y generando un clima festivo nunca visto hasta entonces. Durante décadas, el fútbol Rioplatense se practicaba con el clásico estilo formal de los deportes importados de Inglaterra como el rugby, el golf o el polo. El público que acudía a presenciar los encuentros mantenía una postura muy formal y en silencio, y ese fue el motivo por el que la actitud del utilero llamaba tan poderosamente la atención.
Tanto fue así que el resto de aficionados que acudían al campo comenzaron a decir: «¡Mira como anima el hincha!», refiriéndose al hinchador del Nacional, parte ya del espectáculo. Y así partido a partido, fue como la palabra “hincha” comenzó a usarse por los aficionados más fervientes a la hora de animar a su equipo. Poco tiempo después el término llegó hasta Argentina, un país donde la pasión por el fútbol era tan grande ya en aquélla época que desde allí se contagió al resto del mundo, hasta llegar a nuestros días.
Eduardo Galeano ha sido unos de los más grandes periodistas y escritores que ha dado Uruguay para el mundo, y un sobervio y elocuente contador de historias y, entre ellas, las de fútbol también. Personalmente me importa un comino el fútbol, sin embargo, puedo fraternizar con los no profesionales donde la voluntad, el sentido de equipo y el respeto se juegan a corazón abierto. Aspecto que también Galeano comenta en más de una ocasión, pero a diferencia de él, a mí la competición en sí, 11 jugadores corriendo tras un balón …tal distracción, no me va para nada. En cambio es idílico cómo lo ve él, cómo Galeano convierte el hincha en un colectivo bonachón, fanfarrón e inocente. No sé, quizás sea más compasiva su mirada que la mía.
1º Antes de escuchar el dictado con texto de Galeano, es conveniente repasar cierto vocabulario o buscar en el diccionario alguna palabra.
2º selecciona la opción más conveniente:
3º Escucha el dictado. Escribe, y después vuelves a repasarlo.
Texto de” El fútbol a sol y sombra”: El hincha de EDUARDO GALEANO.
" Una vez por semana, el hincha huye de su casa y asiste al estadio. Flamean las banderas, suenan las matracas, los cohetes, los tambores, llueven las serpientes y el papel picado; la ciudad desaparece, la rutina se olvida, sólo existe el templo. En este espacio sagrado, la única religión que no tiene ateos exhibe a sus divinidades. Aunque el hincha puede contemplar el milagro, más cómodamente, en la pantalla de la tele, prefiere emprender la peregrinación hacia este lugar donde puede ver en carne y hueso a sus ángeles, batiéndose a duelo contra los demonios de turno.
Aquí, el hincha agita el pañuelo, traga saliva, glup, traga veneno, se come la gorra, susurra plegarias y maldiciones y de pronto se rompe la garganta en una ovación y salta como pulga abrazando al desconocido que grita el gol a su lado. Mientras dura la misa pagana, el hincha es muchos. Con miles de devotos comparte la certeza de que somos los mejores, todos los árbitros están vendidos, todos los rivales son tramposos.
Rara vez el hincha dice: «hoy juega mi club». Más bien dice: «Hoy jugamos nosotros». Bien sabe este jugador número doce que es él quien sopla los vientos de fervor que empujan la pelota cuando ella se duerme, como bien saben los otros once jugadores que jugar sin hinchada es como bailar sin música.
Cuando el partido concluye, el hincha, que no se ha movido de la tribuna, celebra su victoria; qué goleada les hicimos, qué paliza les dimos, o llora su derrota; otra vez nos estafaron, juez ladrón. Y entonces el sol se va y el hincha se va. Caen las sombras sobre el estadio que se vacía. En las gradas de cemento arden, aquí y allá, algunas hogueras de fuego fugaz, mientras se van apagando las luces y las voces. El estadio se queda solo y también el hincha regresa a su soledad, yo que ha sido nosotros: el hincha se aleja, se dispersa, se pierde, y el domingo es melancólico como un miércoles de cenizas después de la muerte del carnaval."
Pregunta del millón para los estudiantes de #B2: ¿POR QUÉ GALEANO HA PREFERIDO USAR EL PRESENTE? ¿VALORES DEL PRESENTE DE INDICATIVO? Y ¿A QUÉ OTRO TIEMPO VERBAL EN PASADO PUEDE SER EQUIVALENTE?
REPASO para los estudiantes de #A2 : SEÑALA LOS PRESENTES IRREGULARES.
Para los estudiantes de #B1: SEÑALA LOS PRESENTES DE INDICATIVO IRREGULARES Y AÑADE SUS PRESENTES DE SUBJUNTIVO.
#A2- B2: . ¿Has estado alguna vez en un campo de fútbol o cancha?
¿Con qué compara Galeano el fútbol? (#B1-B2) ¿Qué palabras usa?
4º Relaciona el vocabulario con las fotos: 1.- vuvuzela, 2.- matraca, 3.- bocinas, 4.- banderas y bufandas, y 5.- papel picado, serpentinas y confeti.
A)


B)
C)

D)

E)




#B1-#B2 ¿Os gustaría ser ricos y famosos? Si fueras un futbolista, cuál serías?, ¿si fueras tenista cuál serías?, ¿si fueras inventor te gustaría ser…?, ¿y si fueras una ciudad…?
